Test Drive: Edmodo

Después de un merecido verano estamos de vuelta y con resultados en mano. Uno de nuestros últimos posts Claves para crear una comunidad de aprendizaje con una red social se enfocaba en dos aspectos fundamentalmente: las posibilidades que estos entornos digitales ofrecen en términos de potencial comunicativo para la confraternización entre alumnos y las ventajas y desventajas de las plataformas para alcanzar estos objetivos.

EdmodoDicen que para hablar tienes que saber y para saber hay que probar ¿no? Bueno pues eso es lo que hemos hecho con Edmodo, una de las plataformas específicamente diseñada para la educación, que hemos utilizado durante 5 meses. Aquí van algunas de nuestras impresiones:

  • Conectabilidad. Es una plataforma gratuita cuyo layout se parece “mucho” por no decir demasiado a Facebook de modo que se convierte en una herramienta muy intuitiva para la mayoría de nuestros alumnos. A esta plataforma se puede acceder desde cualquier dispositivo y si tenemos un tablet o un smartphone podremos descargarnos gratuitamente la app a través de la que recibiremos notificaciones y podremos participar activamente.
  • Comunicación. Desde el punto de vista del docente, podemos subir tantos archivos cuantos queramos (hipervínculos, carpetas, fotos, audio y video) almacenarlos en carpetas y subcarpetas (si fuese necesario) y decidir qué grupos de alumnos pueden visualizar esos contenidos. Sin embargo, no está habilitado el uso de hashtags o etiquetas. Los alumnos también podrán subir toda esa tipología de archivos sólo que no serán almacenados en la biblioteca del grupo. La comunicación entre los alumnos surgirá a partir de los contenidos publicados en el grupo, ya sea por parte del profesor o de los alumnos en forma de comentarios o posts relacionados.
  • Seguridad. En un perfil de profesor de Edmodo pueden incluirse tantos grupos de alumnos como se necesite y en cada uno de ellos un número ilimitado de ellos. Para que los alumnos accedan a nuestro grupo necesitarán un código de seguridad al que sólo el profesor tiene acceso. Si los alumnos son menores de edad, los padres también pueden crear una cuenta que les permite acceder al grupo sin participar en él.
  • Creación de contenidos. A través de Edmodo se puede acceder a diferentes aplicaciones que permiten el trabajo colaborativo. Algunas de estas apps han sido creadas específicamente para Edmodo y otras simplemente permiten importar los grupos de Edmodo sin necesidad de crear usuarios. La mayoría son gratuitas y, a pesar de que algunas están destinadas para estudiantes de primaria o secundaria del sistema educativo estadounidense, pueden aplicarse en otros contextos. Además de estas apps podemos también sincronizar nuestra cuenta Edmodo con nuestro Google Docs.
  • Resolución de problemas. Este ambiente de aprendizaje no es tan conocido como Moodle, pero cada vez son más las escuelas estadounidenses que trabajan con ella por la seguridad que brinda a sus participantes. Como usuaria e integradora de esta herramienta en la escuela en la que trabajo puedo decir que el resto de profesores no han tenido especial dificultad con la herramienta y que a pesar de tener ciertas limitaciones no han surgido problemas técnicos que no se hayan podido resolver mediante colaboración o asistencia técnica de Edmodo (muy eficiente y rápida).
  • Aceptación y uso por parte del alumnado. Dado que los los alumnos van desde los 12 años hasta el infinito y más allá ha habido diferentes reacciones con respecto a la aplicación. Pero se puede decir que el interés inicial fue alto (entorno a un 75% de los alumnos) abrazó positivamente la integración de Edmodo.

Tablet

Las metas propuestas para este Test Drive de Edmodo eran:

a) fomentar la comunicación en la LE, b) establecer vínculos más fuertes con los compañeros compartiendo intereses comunes, c) proveer a los alumnos de más input en la LE a través de archivos en diversos formatos adaptados al nivel y a los intereses del grupo y d) eliminar el papel (físicamente hablando, hojas de papel).

Las metas a, b, c & d han sido alcanzadas con bastante facilidad a pesar de nuestra sorpresa pero a medida que ha ido pasando el tiempo el porcentaje de posts o comentarios por parte de los alumnos ha disminuido significativamente. En cuanto a la meta c, se puede decir que la interacción entre los alumnos ha sido muy baja. Para contrarrestar esta falta de participación “voluntaria” estamos utilizando las insignias (que el propio Edmodo ofrece) premiando a aquellos alumnos que son más activos pero no parece funcionar demasiado. ¿Qué más podríamos hacer? ¿Cómo atraer de nuevo la atención de nuestros alumnos?

Claves para crear una comunidad de aprendizaje con una red social

Una comunidad virtual de aprendizaje es un entorno digital en el que las personas se reúnen para hablar y compartir información con el fin de poder aprender y desarrollarse a nivel personal o profesional. Una plaza digital en la que podemos debatir, comentar, colaborar y por supuesto criticar y analizar desde el sofá de nuestras casas o la cafetería de la esquina.

Una de las ventajas más importantes de estas comunidades es su potencial comunicativo que las convierte en un espacio ideal para utilizar en la educación. Entre los usos más expandidos está el de crear foros de discusión. Pensemos, por ejemplo, en una clase universitaria con un grupo de 80 alumnos. Ante un debate, lo más común en este tipo de situaciones es que aquellos estudiantes más lanzados sean los que participen activamente y los más retraídos se limiten a escuchar. Estas comunidades nos permiten ampliar el aula física expandiendo sus horizontes y abrir nuevas posibilidades de intervención a aquellos que por timidez no se atreven a participar pero que también tienen algo que decir.

No obstante, la idea de comunidad  no se limita a una mera participación en un foro de discusión. Va mucho más allá. ¿Se conocen todos los alumnos de tu clase? “¿Quién dijo eso?” ¿Cómo se llama el qué habló?” “¿Qué quiere decir el que levantó la mano?” son preguntas frecuentes en aulas con muchos alumnos. Este recurso se convierte en una herramienta idónea para confraternizar y establecer nexos y vínculos con otras personas con la que podemos llegar a compartir intereses comunes y emprender nuevos proyectos. De este modo, la comunidad no es solo un lugar de encuentro entre profesor-estudiante, sino también entre alumno-alumno y, lo que puede resultar muy interesante, alumno y otros profesores y/o interesados en el tema de aprendizaje de la comunidad externos a la clase.

networking-diagram

K Whiteford. Public Domain Pictures

Sí, en los últimos años parece que lo de las comunidades está de moda pero, ¿cómo se crean? Lo más cómodo  es utilizar las redes sociales por varias razones: son interactivas, permiten compartir contenidos y contactar a otras personas y, por lo general, son fáciles de crear.  Las hay de dos tipos:

Redes sociales generalistas (Twitter, Facebook, Pinterest, Instagram)

Ventaja: muchos de tus estudiantes ya las conocen y las utilizan.

Desventajas: la gran cantidad de datos. Pongamos el ejemplo de Twitter. En nuestra línea de tiempo nos aparecerá mucha información que no estará relacionada con la temática de nuestro curso y que no distraerá de nuestros objetivos didácticos. Es lo que denominamos ruido. Además, será difícil gestionar nuestros recursos ya que no son redes destinadas específicamente a la educación.

Redes sociales específicas (Edmodo o Ning)

Ventaja: están destinadas a la educación y por tanto teóricamente mejor preparadas para gestionar documentos y colaborar virtualmente.

Desventajas:

Necesitamos a personal técnico en nuestro centro capaz de instalarlas, mantenerlas y configurarlas correctamente.

Podemos usarlas gratuitamente aunque también en ocasiones hay que pagar por almacenar los recursos en la nube.

Tanto nosotros como los alumnos nos podemos cansar de crear cuentas nuevas en redes novedosas que no utilizamos cotidianamente.

social-349597_640

kropekk_pl. Pixabay

Como vemos la elección no parece fácil. La dificultad radica en encontrar la red más adecuada que satisfaga nuestras necesidades y que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos didácticos. Entre algunas cuestiones que debemos plantearnos a la hora de seleccionar nuestra red social para crear una comunidad están las siguientes:

  1. Información

¿Podemos subir y almacenar documentos? ¿Podemos localizar esos documentos fácilmente? ¿Hacer búsquedas? ¿Podemos organizar y clasificar la información en categorías, etiquetas o hashtags?

  1. Comunicación

¿Podemos conseguir una sensación de comunidad con su uso? ¿Cuántos miembros podemos incluir en nuestra comunidad? ¿Cómo pueden los miembros de la comunidad interactuar entre ellos? ¿Por chat, videoconferencia, mensajes escritos, vídeo? ¿Cómo sabemos que un miembro ha participado? ¿Se reciben notificaciones?

  1. Creación de contenidos

¿Permite crear o editar textos, imágenes, videos? ¿Permite el trabajo colaborativo con otras herramientas? ¿Es compatible con otras tecnologías?

  1. Seguridad

¿Qué restricciones hay en los términos de uso? ¿Protege nuestros datos personales como usuario?

  1. Resolución de problemas

¿Es una herramienta conocida por nuestros alumnos? ¿Y por mí? ¿Necesitan la ayuda de un tutorial para registrarse?¿Qué problemas técnicos pueden aparecer? ¿Dónde puedo resolverlos?