Feedback inmediato al alcance de tu mano

Si huimos de las clásicas preguntas “¿alguna duda?”,“¿queda claro?” y “¿me habéis entendido?” cuyas respuestas son más que de dudosa fiabilidad y que además no garantizan aprendizaje ninguno, nos quedarían otras dos opciones:

  1. pedir que alguno de nuestros alumnos trate de resumir con sus propias palabras lo que acabamos de presentar, mientras que el resto de los compañeros puede o no haberlo entendido o
  2. realizar pruebas con alta periodicidad para que un pequeño problema no se convierta en una bola de nieve gigante. ¿Consecuencias? Ciao plan curricular y bienvenidos  a la corrección contrarreloj, además de que nuestros alumnos van a sentirse bajo una presión innecesaria y que nuestra carga de trabajo se multiplicaría sustancialmente.

¡Followers, tenemos buenas noticias y os lo contamos de primera mano!

Hemos probado durante este semestre lo que se conoce como sistema de Real Time Testing. Se trata de un software y hardware de obtención de datos que se presenta a través de un programa para presentaciones (Power Point de Microsoft Office) y que nos permite comprobar a través de preguntas y

En acción

En acción

respuestas de elección múltiple si nuestros alumnos saben poner en práctica un contenido determinado. Lo genial de este sistema es que es el propio docente quién elabora las preguntas y las respuestas y quién decide también cuánto tiempo tienen los alumnos para responderlas 20 o 30 segundos. Para cada pregunta necesitaremos una diapositiva y en ella podremos incluir imágenes para contextualizar nuestras cuestiones. Para elaborar nuestras presentaciones, no se necesita formación específica, pero al igual que cuando compramos un nuevo electrodoméstico tenemos que leer las instrucciones y con un poco de práctica nos moveremos con más facilidad y más rápido.

Lo ideal para este tipo de test es que no tenga más de 12 diapositivas, lo que nos lleva aproximadamente unos 5-6 minutos de clase. Este sistema es rápido y eficaz y nos ofrece resultados individuales, grupales, por cuestión y evolución individual y todo de forma interactiva y divertida, ¡como si nuestros alumnos estuviesen en un programa de TV!

Existen varias marcas en el mercado que ofrecen dispositivos para realizar evaluaciones en tiempo real, y que realizan un tratamiento de datos similar pero el que nosotros hemos comprobado se llama Turning Point, de Turning Techonologies y no tenemos ninguna duda de que es efectivo, intuitivo y que nuestros alumnos lo adoran. El dispositivo consta de un pendrive receptor y de un control remoto para cada uno de nuestros alumnos. El sistema Turning Point se sincroniza con el programa de Power Point desde el que podremos, crear grupos  y asignar los controles remotos para cada uno de nuestros alumnos (un mismo mando puede usarse con diferentes alumnos siempre que no estén en el mismo grupo) y para ponerlo en funcionamiento necesitaremos un ordenador y un proyector.

Turning Point Home

Turning Point Home

Los datos obtenidos de cada presentación se almacenan en el software del programa a través del que podremos analizar las respuestas. En cuanto a las presentaciones pueden  usarse de nuevo siempre que se almacenen los datos en otro archivo evitando así que se mezclen los resultados de dos grupos, nada diferente de cualquier otro programa ¿no?

Conclusión si en el centro para el que trabajáis están abiertos a nuevas propuestas y cuentan con recursos para adquirir uno de estos sistemas, no lo dudéis, son todo un éxito. En cuanto a precios, estos dispositivos son bastante

Turning Point Hardware

Turning Point Hardware

accesibles ya que el receptor cuesta unos 200€ y cada control/tarjeta para los alumnos unos 30€ si se compran individualmente. Los packs son siempre más económicos pero para saber precios concretos es necesario en ponerse en contacto con el distribuidor de vuestra zona.

Aqui os dejamos un video que presenta las ventajas y opciones que Turning Technologies ofrece al integrar un sistema de RTT en nuestra aula.

“Profe” ¿Tienes Facebook?

Es un hecho que existen diversas barreras que nos alejan de nuestros alumnos, así como tantos abordajes existen para reducirlas/eliminarlas. Algunos los llaman nativos digitales, otros Millenials y otros la Generación digital, pero no nos confundamos esto son tan sólo etiquetas, los hechos van mucho más allá. En definitiva, ¿qué es lo que nos hace tan diferentes?

En primer lugar, la relación que establecen con la tecnología. Y sí, podemos hablar de relación ya que la mayoría de las interacciones de nuestros alumnos se ve condicionada por la imagen que estos comparten en las redes. Fotografías en Instagram, tomadas en los intervalos de las clases, durante la clase o fuera de ella, estados de Facebook que reflejan generalmente como se sienten o como quieren que los otros crean que se sienten o son a cada momento o mensajes instantáneos en What’s App y similares, haciendo la función de mensajes en papel que en la antigüedad (en nuestra época claro, los profes somos unos carcas) rodaban por la clase de alumno en alumno, etc.

En segundo lugar, el uso instintivo tanto de dispositivos como de aplicaciones. Mientras que las generaciones previas se siguen peleando con apps, tabletas y teléfonos móviles entre otros, las nuevas generaciones se manejan como pez en el agua. Principalmente porque en la mayoría de los casos establecen contacto antes de tener uso de razón, mientras que nosotros hemos tenido que aprender cómo usarlas y entender para qué funcionan. No será la primera vez ni la última que nos quedamos asombrados al ver como un niño pequeño utiliza un móvil de última generación sin necesidad de echarle un vistazo al manual de instrucciones, o como instintivamente solucionan u ofrecen una alternativa para resolver algun dilema tecnológico. Para los Millenials, la tecnología  no sólo forma su ecosistema, sino que la necesidad de estar más al día que los demás surge naturalmente. Nos llevan ventaja, ellos lo saben y nosotros necesitamos acortar distancias.

Por ello, necesitamos estar ahí con ellos, convertirnos en usuarios y experimentar en nuestro entorno personal y profesional. Ir más allá de tener una cuenta en las diferentes aplicaciones y hacer de ellas una plataforma para empatizar con nuestros alumnos. Esta  participación por nuestra parte puede transformar la relación profesor-alumno tradicional y hacerla evoluir hacia una relación más próxima a la que existe entre colaboradores mudando también la forma en la que ellos abordan las materias que impartimos. Utilizar aplicativos innovadores o herramientas de las que ellos ya son usuarios a través de tareas 2.0., además de promover un mayor interés, contribuye al desarrollo de la competencia digital en un ambiente que conocen y en el que se sienten cómodos, en espacios en los que les gusta compartir sus intereses, lo que hacen, lo  que sienten o hacia lo que aspiran.

La controversia sobre la participación de profesores y alumnos en redes de carácter no educativo, no es nada nuevo. Algunos se oponen por cuestiones de privacidad (privacidad  utópica, ya que queda sujeta a los términos aceptados al hacernos usuarios de la red social qualquiera que sea) y otros porque no consideran que sea un entorno adecuado para promover el aprendizaje  (publicaciones/fotos que a veces no tienen relación con la actividad del grupo de trabajo, mensajes privados que el profesor no puede controlar, etc.) online3entrada

No se trata de quebrantar la privacidad de nadie, ni la propia ni la de nuestros alumnos pero si se pactan algunos límites para relacionarse y trabajar con las herramientas que ellos usan espontáneamente, además de continuar avanzando hacia un aprendizaje centrado en el alumno estaremos valorando el conocimiento que los alumnos tienen de estas herramientas y aumentando sus niveles de autoconfianza.

Y vosotros ¿Estaríais dispuestos a utilizar las redes sociales con fines educativos? ¿Cuáles serían vuestras propuestas? ¿Más ventajas que desventajas o viceversa?